El principal objetivo de una jornada de networking es establecer relaciones profesionales duraderas con otros profesionales para conseguir que estos te recomienden a su vez a sus contactos y así hacer una red de conocidos que nos ayuden a vender nuestros servicios o productos.
Hacer contactos directamente es cada día más difícil, la puerta fría es cada día más fría, pero es más fácil poder tener una reunión de negocios con una empresa que te presente alguien próximo.
En las jornadas de networking te será más fácil cumplir los siguientes objetivos:
Dar a conocer tu empresa a más profesionales al mismo tiempo; Aumentar el número de presentaciones de tus productos y servicios con el aumento de venta consiguiente; Conocer a posibles socios, proveedores o colaboradores; Generar ventas cruzadas con otros profesionales; Tener más visibilidad para tus productos o servicios; Tener nuevas relaciones comerciales aumentando tu red de contactos; Mejorar tu capacidad de comunicación y tu capacidad de poder.

Para poner sacar todo el rendimiento de una jornada de networking, lo primero que hay que hacer es prepararse un discurso breve que presente quién eres y lo que haces.

Es fundamental que ensayes tu discurso lo que sea necesario para causar una buena impresión, ya que tendrás muy poco tiempo para exponer tu negocio y cada palabra debe estar muy bien medida. Se trata de que el resto de compañeros de networking tenga claro que haces y porqué tienen que confiar en ti. De esta forma cuando alguien les pregunte si conocen alguna empresa que se dedica a tu actividad les salga de forma inmediata el nombre de tu empresa.

Esta es la forma más eficaz de que tus contactos te presenten a otros contactos que puedan estar interesados en tus productos o servicios. No quiere decir que tu venta está asegurada, pero por lo menos tendrás la posibilidad de hacerla.